Los resultados de la investigación, publicados este martes en la revista Cell Metabolism, aseguran que los médicos podrán utilizar esta técnica no invasiva para la detección temprana de enfermedades como la diabetes o la hipertensión arterial.

El equipo también confirmó que las personas con trastornos metabólicos como diabetes y enfermedad del hígado graso presentaban un envejecimiento térmico más rápido. Estos pacientes tendían a tener temperaturas más altas en la zona de los ojos que las personas sanas de la misma edad. Igualmente, los que tenían una presión arterial elevada, presentaban más calor en las mejillas.