
El estudio se inicia mediante una investigación previa sobre terremotos, en la que los científicos se dieron cuenta de que los sismómetros estaban captando ondas bajo la superficie de la Tierra. Fue entonces cuando se descubrió que el agua estaba retenida en un mineral que se conoce como ringwoodita.
«La ringwoodita es como una esponja que absorbe agua; hay algo muy especial en la estructura cristalina de la ringwoodita que le permite atraer hidrógeno y atrapar agua«, explicaba el geofísico Steve Jacobsen, en declaraciones recogidas por el portal de Indy100, del medio británico The Independent.
«Este mineral puede contener mucha agua en las condiciones del manto profundo», añadió Jacobsen, quien formó parte del equipo detrás del descubrimiento. «Creo que estamos viendo evidencia de un ciclo del agua en toda la Tierra, lo que puede ayudar a explicar la enorme cantidad de agua líquida en la superficie de nuestro planeta habitable. Los científicos han estado buscando este agua profunda durante décadas», añadeía.