Son muchas las películas y obras literarias que nos muestran un mundo postapocalíptico donde las máquinas pensantes comienzan ayudando a las personas en sus labores, especialmente en aquellas que les resultan tediosas o muy pesadas, para luego terminar rebelándose contra la humanidad.

La repitencia de este argumento y los eventos que últimamente han girado en torno a la IA, especialmente en cuanto a los cambios que ha experimentado el entorno laboral de muchas industrias, conlleva a preguntarse si con la creación de un próximo nivel de IA es posible que se corra el riesgo de que lo visto o narrado en esas producciones se haga realidad.