Los científicos analizaron el microbioma de los animales después de administrarles los aceites esenciales de tomillo y romero, y observaron un aumento de bacterias beneficiosas– como la Lactobacillus- y de los niveles de ácidos grasos beneficiosos de cadena corta (SCFA) en las muestras fecales, además de la disminución del género bacteriano perjudicial Colidextribacter. Estos cambios en la microbiota intestinal tiene implicaciones importantes en la salud metabólica y la respuesta inflamatoria, dos aspectos clave de los trastornos cardiometabólicos.