Ciertamente casi nada es lo que parece…
Existe un insondable mundo sutil oculto detrás de las apariencias con las que maquillamos la cotidianeidad y que se mueve detrás de todos esas historias que nos contamos…así vamos enredando los caminos…

Este universo interior tan encubierto que habita dentro de cada uno de nosotros está lleno de Vida entretejida con hilos invisibles, que van hilvanando nuestras entrañas hasta conformarnos cada recoveco más íntimo con todas las vivencias o sentires que nos marcan y generalmente, escondemos, pero que permanecen latentes por dentro.
Es como tener un almacén de memorias emocionales no expresadas.

¡¡Cuánta vida se nos queda dentro sin vivir
atrapada en las entretelas de la piel del alma!!

Esa realidad invisible a los ojos va mucho más allá de las máscaras que adoptamos en nuestro día a día de una forma más o menos, consciente… (el deber, la obligación, la imagen, lo que me conviene, lo que esperan de mí, lo políticamente correcto…)
Con esta “carcasa de personalidad” puesta, es como si estuviéramos de continuo sobreactuando para poder mantener la pose del rol ya que así nos sentimos protegidos, seguros y evitamos que se muestre desnuda nuestra vulnerabilidad.

Aunque por supuesto, no es lo mismo hacer las cosas por imposición o compromiso que de manera natural con gusto y sentimiento…

Lo que emanas y transmites siempre viene de la intención profunda que pones en todo lo que haces

Da igual que sea respirar, comer, hablar, trabajar… puesto que, a pesar de hacerlo todo correctamente, al final, lo que revela el poso que dejas a tu paso… es esa energía tenue que impregna tus actos.

Porque habitualmente y apenas sin darnos cuenta, vivimos proyectando estas sombras internas…
Es más, a veces sin querer, nos las tropezamos de bruces.
A un nivel muy inconsciente, esos conflictos que se gestan en los entresijos improntan directamente sobre nuestra percepción de las cosas, pues todos “juzgamos” desde ese filtro (que no dejan de ser las heridas que llevamos dentro), lo cual puede condicionar nuestras acciones de una forma tan determinante que ni siquiera llegamos a imaginar.

El cómo miramos la vida no es más que
un reflejo de nuestro estado interior.

Así que cuando no hay guerras dentro de ti ni en tus tripas, no suele haber tantos problemas afuera….
Pero, a veces nos obligamos a circular por un carril muy estrecho y denso que nos desgasta…
De hecho, en muchas ocasiones, estamos cansados simplemente por sostener tanta energía que nos consume el vivir en el envoltorio del personaje que representamos…

Nos agotan la autoexigencia e
híper responsabilidad de cumplir las
expectativas que creemos esperan de nosotros.

De tal modo que incluso, podemos llegar a desarrollar alguna patología o bien padecer múltiples y variados síntomas de tipo psicosomático.
Porque la verdadera Vida siempre encuentra un camino para manifestarse, aunque sea a través de una dolencia… “La enfermedad busca sanarme” (Jung)

La Salud es un tesoro que precisa
una base de Equilibrio y Coherencia.

O dicho de otro modo, se requiere poner Consciencia, Verdad y Armonía entre lo que soy, siento, quiero, deseo, digo y hago como un pilar fundamental para sentirnos saludables.
Además, uno también sana cuando se reconoce, se valora, empieza a aceptarse como es y deja de pelear por simular ser otra persona.

Vamos a “jugar a ser un poquito libres”…
Intenta ser honesto al máximo contigo mismo y contesta a estas preguntas:

  • Sin máscara, qué te sostiene?
  • Sabes lo que quieres realmente?
  • Cuándo te permites ser tú mismo?
  • Quién eres lejos de casa y de tus rutinas?
  • Cuál es el sentido de tu vida y dónde está tu verdad?
  • Si estuvieras totalmente exento de responsabilidades y sin ninguna consecuencia…qué harías?

En el fondo, somos lo que es nuestro Deseo más recóndito

¡¡¡ Pero cuánto nos cuesta desprendernos de nuestras “farsas de control” !!!
Sin embargo, sólo despojando esos velos…podremos ensanchar nuestra mirada para ver la vida con más perspectiva o neutralidad y poner la Luz del Corazón en lo que realmente somos…
Ser conscientes de todo ello y darnos el permiso de vivir con presencia auténtica es lo que confiere el calado y la veracidad a tus actos.

Podemos redescubrirnos desde un nuevo lugar donde la vida ya no se resbala por encima de ti, sino que te penetra, comienzas a empaparte de ella, la sientes en plenitud y todo se vuelve de una tonalidad más luminosa, brillante y viva.
Desde ese espacio conseguiríamos desechar multitud de ideas preconcebidas y miedos e incluso, sería factible llegar a reestructurar la propia identidad…

PORQUE…

atreverte a ser tú mismo,
decidirte a saber, a conocerte sin tamiz,
a experimentar quién eres de forma natural y
habitar de pleno esa Verdad interior-
siendo coherente con ella en cada etapa de tu existencia-
te llena de Fuerza Vital y te reconfigura la mente.

Dra. Pilar Morán

P.D.
Hasta que lo inconsciente no se haga consciente,
El subconsciente seguirá dirigiendo tu vida y
TÚ lo llamarás destino.

Carl Gustav Jung, médico y psicoanalista suizo

RE-Descubrir-SE

por Pilar Morán Viesca | Reflexiones