Un estudio, sobre 17,000 personas durante siete años. Los científicos midieron el caminar y se verificó dos veces cada dos años midiendo el ritmo de los participantes.
Dicho estudio llegó a esta conclusión:
«caminar más despacio durante la vejez podría ser una señal de advertencia de que una persona sufre demencia. Los investigadores estudiaron a personas mayores de 75 años y descubrieron que las que reducían su ritmo al caminar en 0,05 metros por segundo o más, tenían signos de deterioro metal o tenían mucho mayor riesgo de sufrirlo.”