¿ Qué es rendirse ?
Rendirse NO es dejar de luchar por la vida que eres.
Rendirse es reconocer, encajar, asumir algo que no te gusta y permitir que sea sin resistirte más a ello.
Rendirse a la evidencia es Aceptar.
Rendirse es buscar nuevos caminos porque el que pisas ya no tiene salidas ni objetivos.
Rendirse es cambiar el foco y la dirección de dónde inviertes tu tiempo y energía.
Rendirse es elegir abrir otras puertas y explorar inéditos senderos de vida.
Rendirse es comprometerse con uno mismo para continuar viviendo con fuerza a pesar de lo que no puedes cambiar.
Rendirse es morir a lo viejo y nacer a lo nuevo.
Rendirse es tener la posibilidad de Reinventarse.

“A veces dejamos atrás lo seguro y conocido y nos encontramos con nosotros mismos…en esencia, sin máscaras ni farsas de control”.

 

¿ CUÁNDO TOCA RENDIRSE ?
Cuando la vida te obliga a renunciar, a desprenderte…
Cuando el dolor del corazón te exige parar y distanciarte para poder sobrevivir…
Cuando la tristeza y la impotencia pesan más que la ilusión o el amor…
Cuando abandonarte a ti mismo no es una opción…
Cuando la dignidad te apremia a ser tú por encima de las circunstancias…
Cuando tienes que aprender a reordenar tu puzzle y prioridades…
Cuando el camino se hace angosto como un ferrocarril de vía estrecha y no tienes más remedio que avanzar porque quieres miras más amplias y decides salirte del raíl…
Cuando eliges seguir adelante a pesar de la historia…

 

¿ PODEMOS CREAR LA REALIDAD QUE QUEREMOS CONSTRUIR ?
Estamos hechos de creencias y hábitos, eso acaba conformando nuestra realidad. Uno vive atrapado en todas las costumbres que terminan definiendo su vida.
Eres lo que comes, lo que piensas y finalmente te conviertes en lo que haces, vivimos casi de manera automática. Así se nos va la vida por las rendijas y entre los barrotes de las cárceles en las que subsistimos.

Trabajar en uno mismo significa dejar de esperar que los demás cambien, aprender a trascender el sufrimiento y seguir con la energía viva de la fuerza vital.
A veces toca subir al desván del alma y poner orden en las entrañas más oscuras,
toca ser valiente, superarse,
toca romper la estructura rígida y yerta que nos ahoga constriñendo la existencia,
toca crear un nuevo equilibrio coherente en tu vida,
toca seguir adelante con voluntad y con fe inquebrantable en ti mismo,
toca vivir presente y consciente,
con hambre de vida fértil
porque eso debería ser irrenunciable.

Cuando te “rindes” de esa forma, consigues estar en paz con lo que no puedes cambiar, sonreír y ser dueño de tus ganas y de tu vida.

Dra. Pilar Morán