
La diversidad microbiana influye en el desarrollo y mantenimiento del sistema inmunológico. Por las interacciones metabólicas que produce y su influencia en la salud, está considerada por muchos profesionales como un órgano más.
En nuestro organismo conviven billones de bacterias que dependiendo de la parte del cuerpo en la que se encuentren, varía la cantidad y el tipo presentes. Si nos centramos en la flora del aparato digestivo, que es el conjunto de bacterias que habitan en el intestino, su presencia cambia mucho de un tramo a otro. Mientras que en la boca y en el colon, la flora es muy abundante y variada, en el esófago, estómago e intestino delgado, la cantidad es mucho menor.
«No ha sido hasta bien entrado el año 2000 cuando se ha empezado a entender con mayor profundidad el sobrecrecimiento bacteriano en el intestino delgado (SIBO)»
Interconectados
Tengamos en cuenta que el cuerpo humano es un organismo complejo interconectado. Por esto, más allá de las causas comunes que afectan al sistema digestivo, existen una serie de enfermedades relativas a otros órganos y sistemas que están relacionadas con el SIBO, ya sea porque este puede producirlas o, por el contrario, porque son las enfermedades las que lo desencadenan. Estas son algunas de las más relevantes: acné, autismo, enfermedad celiaca, hígado graso, infección por Helicobacter pylori, hipotiroidismo, colitis ulcerosa, enfermedad de Crohn, fibromialgias o prostatitis, entre otras. La lista es una muestra de lo compleja que es la relación de la microbiota con nuestra salud.