La vida es sencilla, simple, natural, profunda, a veces es dura, mucho, pero siempre bella, la vida lo tiene todo y es muy bonito vivir.
¿Por qué nos empeñamos en complicarla y hacerla tan difícil?
Porque intentamos alterarla, manipularla,
porque queremos que sea como nosotros deseamos,
porque no aceptamos su flujo y los cambios,
porque nos aferramos,
porque nos resistimos a lo que ES…
y entonces sufrimos, nos enfadamos, lloramos, enfermamos y nos perdemos en los mil y un pretextos que nos inventamos y necesitamos creer (caemos en las Justificaciones y en las Creencias).

CUANDO LAS TRIPAS DICEN NO…
Casi todos estamos continuamente con las barrigas revueltas
(son las famosas “guerras de los intestinos”,
que tantos dolores e inflamaciones abdominales generan),
porque tenemos sin digerir las historias que vivimos …
En numerosas ocasiones, con esa difícil digestión emocional, se nos cae la ilusión al suelo y se nos van rompiendo en pedacitos las ganas.
Lo que ocurre es que, ante cualquier problema, de forma inconsciente y automática, “pensamos con las tripas”
y reaccionamos desde ahí, lo cual nos daña, nos hace sufrir y vivir en tensión constante, nos puede llevar a un agotamiento físico, emocional y a una falta de energía casi permanente.
Así se nos pasa la vida, creyendo que ya tenemos solucionadas, controladas y asimiladas muchas cosas que están entendidas desde la mente y a veces, incluso,
admitidas desde el corazón…pero que, en realidad, no hemos aceptado.
Entonces suponemos y pensamos que está todo muy claro, pero cuando las tripas dicen NO…,
aunque estemos diciendo sí con la boca y la cabeza …es NO !
El cuerpo siempre habla y tiene la última palabra.
Nos engañamos a nosotros mismos continuamente,
de forma consciente controladora o totalmente involuntaria y en cualquier caso, nos afecta.

Vivimos encerrados en nuestra propia frustración e incoherencia siempre peleando con la vida, las historias, con los otros y nosotros…

¿ QUÉ NOS GENERA ESO ?
Hipotecamos la vida con rencores, rabias, resentimientos, miedos, represiones, penas, sufrimientos…la mayoría de las veces creados por nosotros mismos.

De esa forma desajustamos nuestro sistema neurovegetativo,
lo cual nos hace vivir siempre cansados o bien como en alerta,
en estrés permanente, que nos desgasta, nos crea ansiedad y desregula muchas funciones fisiológicas generando malestar (taquicardias, respiración superficial, disfunción hormonal, mareos, irritabilidad, cefaleas, malas digestiones…).
¡ Qué cansino es estar siempre reaccionando !
Perdemos nuestro centro de equilibrio y calma interna. Cedemos absolutamente el poder al exterior, a las circunstancias, al otro…
En el fondo, nos hemos olvidado de que todas, todas,
todas las batallas son con uno mismo,
aunque siempre las proyectamos al exterior y buscamos afuera los culpables.

¿ QUÉ PODEMOS HACER ?
Os voy a proponer una situación ideal y tal vez, un poco utópica en los tiempos tan difíciles y convulsos que vivimos, pero qué os parecería si, ante cualquier conflicto o circunstancia adversa, pudiéramos :

-Pensar con el corazón
(Amor y Compasión)
-Sentir con el cerebro
(Claridad y Reconocimiento)
-Aceptar con las entrañas
(Comprensión y Asimilación)
Para ello tenemos que aprender a mirar más hacia adentro, practicar la mirada interna y tratar de encontrar en nosotros mismos los resortes que nos hacen saltar… y ver lo que en realidad, estamos ocultando…porque ahí están todas las respuestas.
La mayoría de las veces vivimos sobreactuando y artefactados,
pero cuando somos capaces de quitarnos todas las capas de rol,
de enfrentarnos a nosotros mismos, de encontrarnos con la verdad desnuda y la esencia de lo que somos y de lo que es…
la Vida es mucho más  fácil y fluye naturalmente.

¿ CÓMO PODRÍAMOS HACERLO ?
Si alineamos Pensar, Sentir, Resentir, es decir,
Cerebro, Corazón y Entrañas, entramos en coherencia, vibramos
en armonía y tenemos una satisfacción franca y serena.
Para ello necesitamos ser honestos, transparentes, genuinos,
estar presentes y conscientes en cada cosa que hacemos y decimos. Sólo así te encuentras con tu palabra y eres sincero, en primer lugar contigo mismo, pero también con el resto del mundo.
Desde ese estado, la vida se convierte en un camino de aprendizaje, casi en un juego, con una travesía mucho más placentera y con recursos y soluciones para todo…
porque el alma puede hacer Alquimia Emocional con el calor de ese fuego interior que huele a autenticidad.

Únicamente entonces seremos capaces de transformar cualquier limitación o problema y podemos acceder a nuestro máximo empoderamiento como personas, a nuestra mejor versión de Ser Humano.

SOÑANDO DESPIERTA
Pero si finalmente, pudiera decidir un solo lugar donde quedarme,
elijo vivir entre la mente y el vientre,
en ese lago de paz llamado corazón sin juicio,
ondeado por una bandera blanca como única seña de identidad
y al mismo tiempo, lleno de colores de alegría vibrante.
En ese espacio cálido puedes sentir que la magia es posible.
Me gustaría mirarlo siempre a contraluz por dentro para
saber lo que mi alma de verdad desea…
así disfrutaría de la vida con los cinco sentidos…y algo más…
Tenemos que conectar con esa fuente de luz infinita

para mantener brillante la llama de la Energía Vital,
que nos provee de un motor de vida inagotable de la marca
“ilusión por todo
lubricado con aceite natural de “gratitud eterna”,
y en donde Existir es un Regalo.💝🎁

 

Dra. Pilar Morán