Necesitamos entender que las partículas de plástico se encuentran en todas partes. Que si se encuentran en la leche materna, esta es una de las fuentes a las que están expuestos los bebés, pero no la única porque también están expuestos a microplásticos por el aire que respiran. O a través del contacto con el suelo, donde se acumulan más. O cuando beben de botellas y biberones de plástico, los cuales liberan micropartículas. Por eso es muy importante ser conscientes de que la lactancia materna aporta los mejores nutrientes al bebé sea como fuere: mucho más que otras opciones artificiales o de origen animal. La contaminación por microplásticos no se puede evitar: están por todas partes.