
Un estudio de las ranas de Chernóbil revela como la naturaleza se recupera tras un desastre radiactivo.
En 1986 un accidente en el reactor 4 de la central nuclear de Chernóbil (Ucrania) produjo la mayor liberación de material radiactivo al ambiente de la historia. El impacto de la exposición aguda a altas dosis de radiación fue severo para el medio ambiente y para las poblaciones humanas. No obstante, más de tres décadas después del accidente, Chernóbil se ha transformado en una de las mayores reservas naturales de Europa. Allí encuentra hoy refugio una gran diversidad de especies amenazadas.