En esta “noche oscura del alma” que estamos viviendo como sociedad y como individuos, en donde andamos desconectados, ansiosos, perdidos, insatisfechos… navegando a la deriva en un mar de tristeza, soledad, aburrimiento y, sobre todo, con mucho miedo ante la enfermedad, al futuro que nos espera …y atravesando duros momentos de frustración, sufrimiento, pérdida, desconcierto…

¿Qué podemos hacer para estar mejor?
Un cambio de posicionamiento vital podría ser de gran ayuda.

Quizás necesitábamos PARAR como personas y como especie para poder “reposicionarnos” ante la vida y ante nosotros mismos porque, en el fondo, estamos llenos de vacío y siempre mirando “hacia afuera”.

Acostumbramos a vivir entre el mundo de la mente, del pensar (del cerebro racional, de nuestras creencias, juicios, normas, deberes, obligaciones -en conclusión: en el “hacer” de piel para afuera) y el mundo de los instintos, del resentir (del cerebro entérico, visceral, de supervivencia, miedo, inseguridad, lucha, estrés- en conclusión: en el “reaccionar” a todo lo exterior como si fuera un ataque personal)

Por ello, la sociedad que construimos, es una proyección de cómo nos vemos a nosotros mismos por dentro.

Mi propuesta de hoy es dar un “salto cuántico” y acceder a la Conciencia del Corazón, del sentir (del cerebro emocional, del Ser, que es quien pone color a nuestras vidas).

Es decir, vamos a tratar de aprender a existir por debajo de la cabeza y por encima del diafragma, esos dos grandes focos de bloqueos que, en ocasiones, nos agotan y nos roban la energía.

El campo electromagnético del corazón es el más potente del organismo (su fuerza es 5000 veces mayor que el campo electromagnético del cerebro) y cambia en función del estado emocional. Este órgano sensitivo también aloja unas 40.000 neuronas, que forman un sistema nervioso independiente capaz de tomar decisiones y pasar a la acción sin el mando del cerebro.

No es como una mente que razona, sino una entidad intuitiva y sabia, que percibe e irradia un campo magnético coherente. Podríamos decir de él que es un Templo de Sabiduría interior.

La Coherencia Cardíaca es un estado de bienestar que armoniza el funcionamiento de todo el organismo y que favorece la salud física y mental. El corazón envía señales de calma al cerebro para que las ideas fluyan y el estrés se regule, entrando en una fisiología de relajación.

Si el pensamiento tiene sus raíces en el corazón es muy poderoso y nos lleva a una resonancia armónica, a un estado del ser que nos da la Fuerza, la Serenidad y la Paz interior.

Desde el Silencio, la Respiración Consciente y la Meditación podemos conectarnos con ese gran distribuidor de energía, que es el corazón y nutrirlo indefinidamente.

Podríamos decir que el corazón es una inteligencia superior no mental ni racional, sino que es un saber intuitivo y una gran “ventana a la vida”.

La Vida es Energía en Movimiento, esa fuerza motriz nos la dan el corazón y las emociones. Podemos reencantar la vida y restaurar la pasión, la alegría y la ilusión con esta dinamo interior.

Podemos transformar el miedo en Amor, o en el poder que tengamos que recuperar. Desde ese espacio sagrado y puro donde se encuentra la Autenticidad de cada uno, es posible la alquimia emocional transformadora.

La potencia del ser humano está en el Corazón,
es su Esencia, su Verdad, su Identidad.

Dra. Pilar Morán