Rafael Yuste, el neurobiólogo que convenció a Obama para impulsar el proyecto Brain, que tiene como objetivo cartografiar los 80.000 millones de neuronas del cerebro de la existencia humana.
Yuste, catedrático de la Universidad de Columbia (Nueva York), compagina sus investigaciones con otra iniciativa descomunal: la de incluir los neuroderechos en la Carta de las Naciones Unidas.
«No hay ningún derecho humano que proteja el yo. Lo dábamos por hecho. Ahora que se puede cambiar la personalidad, no hay ley a la que puedas acogerte»