Si pensábamos que 2020 había sido un año muy difícil, realmente el 2021 está superando cualquier posible escenario que habríamos podido imaginar. Tenemos todo el puzle desencajado y la vida está medio vacía, como si hubiese perdido el sentido o el brillo, como si tuviera una tela de araña encima que nos ensombrece el mundo que somos. Ciertamente es increíble todo lo que podemos soportar después de pensar que ya habíamos llegado al límite y que no aguantaríamos más.
La reconstrucción personal, social, laboral…está siendo muy complicada, pero no nos queda más remedio que avanzar y abanderar los cambios como única salida para adaptarnos a la evolución de la sociedad, de la medicina, del mundo profesional…la diferente forma de relacionarnos…Es un nuevo modus operandi para casi todo. Pero hemos venido a vivir…y vivir sólo tiene una dirección: es hacia adelante!!
Debemos seguir caminando, atravesar el dolor, desprendernos de los miedos e historias de ayer…Es imperioso digerir y asimilar todo lo pasado porque la vida es Hoy, la vida se nos da cada día, cada minuto, cada instante… tenemos que respirar la vida en Presente.
Así podremos comprender y aceptar que la vida es parecida a un poliedro irregular con muchas caras, que tiene cosas preciosas, pero también momentos muy arduos con problemas, crisis, enfermedades… e invariablemente, muerte, compañera inseparable e indisoluble de la propia vida desde que nacemos.
A través de todas mis reflexiones lo que pretendo es intentar vestir con un lenguaje bonito la vida, con todo su multivariado abanico de posibilidades, a veces tan bella, otras tan dura. Pienso que también necesitamos palabras que nos acaricien el alma y bálsamos emocionales que nos abriguen los miedos, que nos consuelen, que nos ayuden a amortiguar el sufrimiento y a poder transitar las etapas más difíciles con el mínimo coste posible.
Asimismo, siempre intento transmitir y proyectar un mensaje positivo lleno de luz y esperanza para que volvamos a confiar, primero en nosotros mismos y después, en lo que la vida nos ofrece en cada momento para seguir avanzando y evolucionar. Las circunstancias actuales nos empujan a superarnos y a desarrollar más capacidad de adaptación. Visto de esta forma, también podríamos entender los obstáculos, la presión, las limitaciones, la adversidad y los cambios como una oportunidad para mejorar o incluso, reinventarnos.
Tal vez la templanza sea una buena consejera para no perder el norte en este tramo tan intrincado y confuso del trayecto, pero creo que no sólo tenemos que ser fuertes, sino compasivos y solidarios para poder reparar todos los daños, restaurar la esperanza y volver a sostener con ilusión la vida que somos.
Si entendemos la vida como un viaje de aprendizaje hacia la propia Conciencia de Ser, la mía elige mirar muy bonito porque quiero seguir adelante construyendo camino y vida viva.
Promover la Salud Consciente a nivel psicofísico no es sólo mi trabajo, es mi Vida !!