¿Por qué nos complicamos tanto la vida?
La mayoría de las veces qué difícil se nos hace vivir y cómo nos entorpecemos la vida con tonterías…
Nos enredamos con suposiciones, miedos, prejuicios…, nos acorralamos en nuestro propio reducto de creencias y miras estrechas…donde nunca vemos las salidas.

La Vida es mucho más sencilla, simple, natural y bonita que toda la confusión que nos montamos en la cabeza.

Sin embargo, la artefactamos con ese enjambre mental de ideas enmarañadas que nos limitan, quizás podríamos llamarlo algo así como tener un “esguince de cerebro”…
(léase torcedura de pensamientos).

¿Por qué nos sucede?
Porque proyectamos todos nuestros conflictos y necesidades al exterior, siempre en el otro o en las circunstancias.
Entregamos nuestro poder intrínseco y esperamos constantemente que los demás cumplan nuestras expectativas…
Por cierto, ¿os dais cuenta de que casi siempre vivimos esperando algo… y mientras tanto, la vida se nos pasa?

Yo no quiero vivir en la sala de espera de la vida…

Me gustaría salir a su encuentro y dejarme impregnar cada mañana por el aroma del nuevo día con ilusión, con ganas y una mente clara con capacidad de decisión y discernimiento.

¿Qué podemos hacer?
Si comenzásemos a mirarnos de verdad, por dentro, siendo honestos, auténticos y transparentes, veríamos que absolutamente casi todas las respuestas y salidas están en el interior de uno mismo.

Sólo hay que cambiar la mirada y el posicionamiento vital que tenemos frente a cualquier dificultad o contratiempo.

Ese simple gesto varía por completo el resultado de la “ecuación” y, sobre todo, cambia el modo en que estamos viviendo (o sufriendo) nuestros problemas.
Después, hay que pasar a la acción y poner en marcha dichos cambios.

¿Cómo lo hacemos?
A veces hay que elegir y actuar… es más, en ocasiones
tenemos que dar un volantazo al timón y rediseñar por completo el rumbo de la travesía.
Pero otras veces, actuar también puede ser renunciar a algo que queríamos con mucha fuerza e incluso, puede implicar aceptar incondicionalmente, lo que la vida nos pone por delante, aunque no lo quisiéramos.

Cada día nos enseña a vivir, nos da la oportunidad de ser mejores personas, de construir nuestra identidad, de tratar de hacerlo más fácil, de distinguir entre lo importante, lo prioritario y lo esencial.

Y Siempre hay un camino…

En realidad, hay muchos caminos y todos pueden ser válidos, sólo son diferentes para cada persona.
Únicamente tienes que seguir el que sienta tu corazón, desde la coherencia interna, el que te llene de paz y armonía.

¿Qué hay más bonito que sentirte el Dueño de tu Vida y ser uno vibrando con ella?

El Secreto de la Felicidad es:

1. MENTES EN CALMA = SERENIDAD

2. CORAZONES CONTENTOS = GRATITUD

3. BARRIGAS FELICES = ACEPTACIÓN

Existe una diferencia muy importante entre entender algo (cerebro), comprenderlo ( corazón ) y aceptarlo (entrañas).

Necesitamos barrigas felices que sepan digerir la vida y la adversidad (porque sonreír cuando todo va bien es muy fácil).
Necesitamos corazones contentos llenos de gratitud, compasión y bondad (porque ser agradecido y saber dar sin esperar nada a cambio es sentir paz).
Necesitamos mentes en calma que sepan disfrutar cada segundo de vida con autenticidad (porque ser verdaderos nos hace vivir en cohesión y equilibrio, lo cual nos proporciona alegría y salud).

Esas tres condiciones nos permitirán a su vez, conseguir unos pulmones que respiren lento y profundo sintiendo el aliento vital en cada inhalación (porque sentir ese oxígeno es la base fundamental de la Energía de Vida).

Este es también el camino para sanarnos a nosotros mismos.
Podemos iluminar, además, dicho camino con el simple hecho de ser conscientes de la belleza de nuestra existencia (porque solamente con vivir tranquilos, respirar la vida que somos y poder ver el sol cada mañana… ya tendría que ser maravilloso).

Fórmula magistral para una Vida más Feliz

– Vitaminas para el alma
– Anticuerpos de alegría para la mirada
– Revitalizantes energéticos para el corazón
– Calmantes de paz para el estrés
– Antioxidantes de caricias para la desnutrición emocional
– Antídotos con abrazos para el frío de la soledad
– Tónicos vigorizantes para la apatía
– Estimulantes regeneradores para la tristeza
– Analgésicos de amor para el miedo

Es una medicina natural para el entusiasmo por la vida y un alimento fundamental para el espíritu y las ganas de vivir.

Pero no se compra en farmacias, es de fabricación propia y unipersonal, tampoco es transferible de un individuo a otro, aunque sí se puede aprender a elaborar artesanalmente y tratar de contagiar a nuestro hábitat.

Transmitimos y emitimos lo que en verdad sentimos muy, muy adentro, no sólo lo que hacemos.
(es decir, no se predica únicamente con el ejemplo).
Tu energía habla fuerte y claro.
La energía que proyectas en tu campo electromagnético dice más de ti que tus palabras, tus actos o tus genes.
No es sólo lo que haces, sino cómo lo haces, desde dónde lo haces y con qué intención de fondo…
Por eso nos afecta aún más la “contaminación emocional”
del día a día con nuestro entorno…que la propia herencia genética.

¡¡ Reilusiónate !!
Utiliza tu energía para vivir, no la malgastes ni desperdicies.
Y cuando llegue el final…
(no importa tanto cuánto has vivido, sino cómo lo has hecho), que sea con una historia plena de vida, una vida vivida, llena de emoción, experiencias, sentimientos…
y así poder hacer el tránsito con el alma sana, en paz, en pie, satisfecha, yendo a convertirse en una bailarina de luz con las estrellas…

Dra. Pilar Morán