CÓMO ES SER PADRE
Ser padre no es fácil.
Ser padre no es ser marido ni ser hombre.
Los niños pequeños necesitan que su papá sea como una especie de superhéroe que puede con todo,
los adolescentes desean que sus padres les dejen en paz y no les marquen normas,
los jóvenes casi exigen que sus padres sean referentes perfectos y les apoyen incondicionalmente en todo lo que hagan, pero que no den la lata…
Y de más adultos querríamos que nuestros padres no nos hubieran “fallado” nunca y les responsabilizamos de muchas cosas que nos han sucedido o que hemos dejado de hacer “por su culpa”…
Todas esas etapas las vivimos como hijos en la absoluta ignorancia de lo que significa ser padre y desde el convencimiento de que es “obligatorio” que cubran todas nuestras demandas y necesidades.

¿QUÉ ES SER PADRE ?
Un padre es un ser humano normal (sea quien sea), de carne y hueso, con sus conflictos, problemas, frustraciones, incoherencias, complejos…que a su vez, ha tenido un padre que probablemente, tampoco le haya satisfecho sus expectativas.
Uno no se convierte en “padre” sólo por el hecho de haber tenido un hijo. A ser padre también se aprende, aunque no hay escuela para ese oficio y es un “título” que hay que ganarse, así que una vez más es la vida quien nos enseña a base de tropezar y equivocarnos.
Pero, en realidad, no eres auténticamente “un padre” hasta que tu hijo no te reconoce como tal y te da el crédito de que eres “válido” como referente para él en ese rol…

TIPOS DE PADRES
Más allá del mito de lo que debería ser un “buen padre”
(¿acaso existe un patrón universal perfecto?)
y más allá del relato personal y familiar de cada uno,
-(en el que muchas veces nos escudamos para culparles y eludir nuestra responsabilidad de hacernos cargo de nosotros mismos como personas adultas, independientes y maduras)-
podemos decir que hay muchos tipos de padres y que todos los modelos son válidos :
El protector, el tirano, el ausente, el dependiente,
el consentidor, el dictador, el indolente, el agresivo,
el manso, el inexistente, el ejemplar…etc.
Detrás de cada uno de ellos hay una lección para el hijo.
Tras cada biografía se esconden todos los tesoros y enseñanzas que como descendientes, podemos recibir.
Para ello debemos aprender a ver más allá de las sombras,
de las piedras del camino y de todos los escollos que nos hemos encontrado, tenemos que librar esas batallas con nosotros mismos para poder crecer, evolucionar, hacernos adultos y trascender al padre, al mismo tiempo que le damos su lugar, su espacio y su reconocimiento.

QUÉ HACE UN PADRE
A nivel simbólico un padre transmite la ley, la norma,
la palabra, da el permiso, el apellido, hace la “presentación” del hijo en sociedad y su empuje, pero esa transmisión no es siempre directa, abierta y lineal, sino que puede ir implícita y oculta en la historia de vida.
Tenemos que aprender a ver más allá del estándar de “padre correcto” y dejar de juzgarle.
Desde una perspectiva adulta (y nunca con los ojos del niño) podemos tratar de ver al hombre, comprender y aceptar todo lo que hizo o dejó de hacer, si estuvo omnipresente o más bien poco implicado, si era exigente o tan permisivo que no ponía límites, si bebía, si era machista, si se excedió, si se equivocó o
no hizo lo que esperabas …
No sentenciemos a nuestros padres.
Hicieron lo que pudieron con sus recursos, desde su perspectiva de vida, en su tiempo y en el medio de sus propias luchas internas.

A MI PADRE
Gracias Papá por enseñarme a mirar de frente a la vida,
a ser valiente, a no bajar la cabeza frente a la adversidad,
a seguir adelante, a mantenerme firme en mis objetivos y
a pelear por mis sueños a pesar de los miedos.
Con tu actitud me inculcaste el valor de la verdad, de la honestidad y de tener palabra.
Con tu fuerza también me transmitiste la pasión por la vida.
Hoy en día puedo comprender que todos tus “noes” han sido el impulso que me ha hecho crear el deseo, reafirmarme y luchar por mis “síes”, así aprendí a plantarle un cara a cara a la vida y a desarrollar el arrojo suficiente para continuar siempre caminando pese a las dificultades.
Con tu muro de negativas he aprendido a escalar la vida y así me topé con mi certeza interior diciéndome que todo es posible si tienes el coraje suficiente para hacer el camino…
(Quizás el límite eres tú mismo diciéndote que no puedes).

REFLEXIÓN FINAL
Detrás de cada relato de familia, de cada problema, de cada sombra oscura en el recuerdo, hay un valor por descubrir y ésa es la genuina herencia que nos dejan los padres. Es la muralla que debemos saltar para llegar a nosotros mismos y poder componer quienes somos en pura esencia, sin justificaciones.
¿Somos capaces de poder construir nuestra propia identidad sin echarles la culpa, ni sentirnos víctimas pasivas de nuestra historia?
¿Podemos hacernos responsables de crear nuestro particular camino y sendero de vida?
¿Qué te ha transmitido tu padre directa o indirectamente y qué has aprendido con su actitud?
¿Qué poso dejó en ti su impronta?
¿Cuánto determina y condiciona tu vida esa huella?
Sea un manto pesado, un velo sutil o una bonita capa,
es siempre algo valioso, una lección de vida o un aprendizaje para superarnos a nosotros mismos y descubrir su auténtico legado más allá de la historia .
¿Te has hecho cargo de ti mismo como adulto?

Gracias infinitas, papá, por TODO.

 

Dra. Pilar Morán