Las doce claves del envejecimiento
«Los factores primarios son los desencadenantes del proceso e incluyen la inestabilidad genómica, el acortamiento de los telómeros, las alteraciones epigenéticas y la pérdida de la proteostasis», apunta López-Otín.
Los antagonistas son las respuestas del organismo para contrarrestar el daño producido por esos factores primarios. «En principio, estas respuestas son beneficiosas, pero se cronifican en la edad adulta y se tornan perjudiciales», dice el investigador. En esta categoría se incluye la desregulación de los sensores nutricionales, la senescencia celular (el envejecimiento de las células hasta que dejan de reproducirse pero no se mueren) y la disfunción mitocondrial.
Por último, los factores integradores son los principales responsables del fenotipo senescente (moléculas que segregan las células senescentes), como «el agotamiento de las reservas de células progenitoras y las alteraciones en los mecanismos de comunicación intercelular», apunta.
«Para cada una de las claves se proponen intervenciones concretas; pero más allá de suplementos raros o métodos costosos cuya eficiencia no está verificada, para frenar el envejecimiento nada mejor que vivir con mayor serenidad y así reducir los niveles de cortisol y mejorar nuestra respuesta inmune.»